Un examen preventivo incluye radiografías, examenes dentales.
Las radiografías dentales detectan cavidades ocultas que no son visibles a simple vista. También se utilizan para diagnosticar anomalías en la boca, como quistes, abscesos o tumores, y para controlar la erupción de los dientes permanentes en los niños.
Un espejo, explorador y la sonda se utilizan para la investigación oral. El clínico recoge pruebas de lo que él o ella ve en la boca, detectan cualquier deterioro, enfermedades periodontales, empastes defectuosos, lesiones orales y otras infecciones orales. Toda la información recopilada durante el examen preventivo asegura la personalización del tratamiento adecuado para el paciente y ayuda a establecer la frecuencia de las consultas.